lunes, 25 de junio de 2012

THE GOLDEN LILY (Richelle Mead)




SINOPSIS

Sydney es una alquimista sabía, una de un grupo de humanos que poseen magia y sirven de puente entre el mundos de los humanos y los vampiros. Ellos protegen los secretos de los vampiros y las vidas humanas.
A Sydney le encantaría ir a la universidad, pero en lugar de eso ha sido enviada a la clandestinidad en un internado de lujo en Palm Springs, California con la tarea de proteger a la princesa Moroi Jill Dragomir de los asesinos que quieren armar en la corte una guerra civil. Sydney es ahora elogiada por su lealtad y obediencia, y presentada como el modelo y ejemplo de buen alquimista.
Pero cuanto más se acerca a Jill, Eddie, y Adrian sobre todo, es cuando más se cuestiona sus milenarias creencias.Así como su idea de familia y el sentido de lo que significa pertenecer de verdad a algo. Su mundo se complica aún más cuando los experimentos mágicos muestran que Sydney puede ser la clave para evitar convertirse en Strigoi , los más feroces vampiros, los que no mueren.Pero no es solo el miedo de ser especial, mágica y poderosa, lo que la asusta. Igualmente desalentador es su nuevo romance con Brayden, un chico guapo, inteligente, que parece ser su igual en todos los sentidos. Sin embargo, tan perfecto como parece, Sydney se encuentra a sí misma mirando a alguien más, alguien prohibido para ella.
Cuando un secreto sorprendente amenaza con destruir el mundo de los vampiros la lealtad de Sydney de repente se pone prueba como nunca. Se pregunta cómo se supone que debe lograr un equilibrio entre los principios y dogmas que le han enseñado, y lo que sus instintos le están diciendo.

¿Debería confiar en los alquimistas o en su corazón?


RESEÑA

The Golden Lily es el segundo libro de la saga Bloodlines, una continuación de Vampire Academy. Sé que aún tengo pendientes unos cuantos libros por comentar, pero en cuanto recibí TGL no pude resistirme a leerlo y ahora toca comentar.
Como he dicho, es la segunda entrega por lo que aquellos que aún no se han leído el primero, por favor no sigáis si no queréis spoilers. Dicho esto comienzo con la opinión.

El primer libro después de VA me dejó un poco desconcertada, pero bebí de él como alma abandonada en pleno desierto. No tengo nada que decir sobre la saga anterior, pero aquellos que la hayáis leído coincidiréis en que muchos cabos quedaron sin atar. Pues bien, con Bloodlines la historia continúa, pero esta vez desde la perspectiva de Sydney, la alquimista amiga de Rose.
El cambio de protagonista es un giro importante, pues a pesar de que Rose y Sydney son ambas unas mujeres fuertes y luchadoras, hay muchas diferencias entre ellas. Cambiando el punto de vista también tenemos un cambio de escenarios. Y como no de personajes. No voy a hacer referencia a aquellos que solo aparecen en el primer tomo. Con esto vemos en acción a los Alquimistas, los cuales participan activamente en la trama. Vemos como la sociedad de la alquimia es rígida y bien estructurada, a primera vista parece controlada y correcta, pero como dice Sydney, tiene también algunos defectos. En contraposición a la actitud tolerante aunque algo reservada de los Alquimistas tenemos a los cazadores, o como ellos mismos se llaman, Los Guerreros del Sol. Esta sociedad, en un pasado unida a la alquimia, es una novedad, una que traerá muchos quebraderos de cabeza a los personajes. Otro nuevo personaje en la saga de Bloodlines, sin embargo no uno desconocido, es Dimitri. Sydney ya conoce a Dimitri de ocasiones anteriores, pero a penas tiene una idea propia de él. En esta nueva entrega la relación de conocimiento entre ambos se afianza, aunque no llega a consolidar como amistad. Con quien si hay una amistad, aunque un poco reservada, es con Sonya, quien tras ser reconvertida en Moroi ayuda en la investigación de una cura contra los Strigori. Vemos a una mujer fuerte que acaba ganándose el cariño de la alquimista, una mujer decidida a compensar el daño que causó en su etapa de Strigori y que a su vez está emocionada con su propia boda.
Como habituales tenemos a Jill, la hermana pequeña de Lisa Dragomir, la Reina de los vampiros, quien para su propia protección es enviada a Palm Springs con el resto del grupo. La Jill de este libro es más centrada, aunque sigue teniendo sus momentos de niña inocente que tanto le caracterizan. En TGL la pequeña Moroi tiene que elegir entre su corazón y su deber, aunque puede que la elección no sea tan difícil después de todo.  Siguiendo la estela que deja Jill tenemos a Eddie, el bueno de Eddie que es siempre tan atento y servicial. En este libro lucha contra sus sentimientos por la chica que está bajo su protección y quien, según su punto de vista, no nunca podrá estar con alguien como él. Pero a diferencia del anterior libro, en este Eddie lucha por olvidar y ser un profesional y quizás justo en el momento menos esperado es necesario que dé marcha atrás. Un nuevo personaje que entes olvidé mencionar es Angeline, una vigilante enviada para ayudar a salvaguardar a la princesa Moroi. Angeline es alocada e indisciplinada y provoca más de un problema que Sydney ha de resolver, pero al final acabas cogiéndole cariño, y al parecer el lector no es el único que la ve con distintos ojos. Volviendo a los personajes conocidos tenemos a Trey, un chico que se hace amigo de Sydney y la pone sobreaviso de los tatuajes ilegales en el primer libro. Aquí vemos una cara oculta de él, pero también vemos como una persona puede ser buena a pesar de las circunstancias fatales que la engloban.
Por último y con mucho que decir tenemos a Adrian (imaginar un suspiro de admiración). Este siempre ha sido mi personaje favorito de los libros, no había nada que Christian o Dimitri u otros pudieran hacer. Desde el principio mi vista estaba fija en él, y claro después del disgusto del final de VA me emocioné supremamente cuando supe de su aparición en la nueva saga. En el primer libro vemos al Adrian deprimido tras el chasco con Rose, pero poco a poco su mente se va distrayendo y acaba por mejorar. La aparición de Dimitri, sin embargo, no agoraba nada bueno. Y ciertamente, en TGL hay momentos tensos entre estos dos, pero a penas son merecedores de mención. En esta nueva entrega Adrian está sorprendentemente sobrio a mayor parte del tiempo. Un gran progreso. Sin embargo el Moroi tendrá que lidiar con una aparición nada agradable de su padre que lo dejará un poco descompuesto. Si con Rose vimos un atisbo de su lado protector, con Sydney vemos esa faceta en todo su esplendor. Adrian ya no se esnconde esperando el regreso de sus amigos, ahora tiene algo que de verdad le importa y no soporta la posibilidad de perderlo, así que se enfrenta a todo junto a sus compañeros. Sus sentimientos por la protagonista son desvelados poco a poco, aunque ella no se percata de los mismos. Hay una parte del libro (no voy a decir cual) en la que vemos a un Adrian adiestrando sobre los malos hábitos.

-Quizás todos los demás crean que tu aversión a la comida es linda, pero yo no. Te he observado mirar a Jill. Aquí hay algo de amor duro: nunca jamás tendrás su cuerpo. Jamás. Es imposible. Ella es Moroi. Tú eres humana. Eso es biología. Tienes un cuerpo grandioso, uno porl el cual la mayoría de los humanos mataría… y te verías incluso mejor si le añadieras un poco de peso. Dos kilos sería un buen comienzo. Esconder las costillas. Conseguir… 

Obviamente Sydney está obsesionada con la comida (quien no con toda esa gente perfecta alrededor¡) y Adrian se da cuenta. Personalmente me parece el momento más dulce, donde el chico se sincera y le dice la cruda realidad. Me encanta la parte de “Aquí hay algo de amor duro”. Es tan cierto. Aunque esa no es la única verdad que Sydney tiene que afrontar de parte de Adrian, y puede que no esté tan emocionada por saber esa otra parte.

En general el libro es un poco lento, cuesta llegar a la acción, pero merece la pena. Sinceramente, no he podido parar de leer y eso es algo que pocos libros consiguen hacerme. Os lo recomiendo cien por cien. 

sábado, 16 de junio de 2012

THE IRON KING (Julie Kagawa)


SINOPSIS

Meghan Chase nunca ha encajado en su colegio de pueblo pequeño, y ahora en visperas de su 16 cumpleaños, descubre porque. Cuando su medio hermano es secuestrado, Meghan se ve arrastrada a un mundo fantástico que ella nunca imagino – el mundo de las hadas , donde todo lo que ves intentara comerte- Meghan es, además, la hija del rey de las hadas de verano. Ahora ella viaja a las profundidades del mundo de las hadas para hacer frente a un enemigo desconocido… y pedirle ayuda al príncipe de invierno que podría matarla tan pronto como ella tocó su corazón de hielo.


RESEÑA

Para empezar la saga tenemos The Iron King (cuya sinopsis he dejado al principio). The Iron King empieza, como muchos libros lo hacen, con un cambio en la vida de la protagonista. Meghan es una chica de dieciséis años que nunca ha encajado en su entorno. En el instituto está siempre apartada del resto de alumnos que se meten con ella y en su casa, su padrastro siempre se olvida de ella, como si Meghan no existiera. Los únicos que hacen que la vida de Meghan no sea un autentico horror son Ethan, su hermano de cuatro años, y Robbie, su mejor amigo. Y son estos dos los que desencadenan la acción. La noche del cumpleaños de Meghan, Ethan es sustituido por un pequeño demonio hada. A partir de ahí todo es un lío. Robbie, quien ha sido el mejor amigo de Meghan por años, de repente ya no es el chico escuchimizado que ella creía que era. Robbie Goodfell es en realidad Robin Goodfellow, el famoso Puck. Pero ahí no acaban las sorpresas. Durante la búsqueda de su hermano, Meghan descubre que es la hija medio humana de Oberon, monarca de los feys de verano, rey de la corte seelie. Meghan se sumerge en un nuevo mundo donde los gatos hablan, las hadas están ansiosas por hacer contratos y los seres mágicos son de todo menos adorables. En medio de este mundo de caos hay una extraña jerarquía. Las hadas se dividen en Seelie y Unseelie, las cortes de verano y invierno. Meghan es parte de verano, pero su corazón parece que empieza a enfriarse por el gélido príncipe de invierno, Ash. La desesperación por encontrar a su hermano lleva a Meghan a firmar un contrato con el oscuro príncipe, sellando, sin ella saberlo, sus destinos. Pero nadie está preparado para lo que les espera. Una nueva amenaza ha nacido y está preparándose para atacar a las hadas. Hay una nueva corte, una corte creada a partir de los nuevos sueños de los mortales, La corte de hierro. Y solo Meghan tiene la solución para enfrentarla y rescatar, a la vez, a su hermano. 

Después de leerme este libro quedé, cuanto menos, encantada. Desde pequeña me ha fascinado el mundo de las hadas. Ahora, ya mayor, y con más experiencia en cuanto a fantasía, es un mundo que sigue fascinándome. Uno de mis viajes de ensueño es Irlanda, la tierra donde más leyendas de este tipo hay. Sin embargo, no me suelen gustar las novelas de hadas, es como si me dejaran mal sabor de boca. Así que cuando cogí esta saga estaba bastante escéptica. 
Para empezar el mundo de las hadas es llamado Nuncajamás, demasiado Peter Pan para mi gusto. Y lo del épico viaje para rescatar al hermano perdido, bueno, eso es un cliché. Así que podéis imaginar mi cara conforme iba leyendo. 
Sin embargo, la aparición de ciertos personajes empezó a hacer de ese cliché, algo soportable. Por supuesto está Ash, el príncipe de hielo que a pesar de su indiferencia arriesga más de lo que debe por la protagonista. Él es el chico malo de la novela. El atractivo y siniestro Don Juan que sin quererlo se gana el amor de la chica. Como ya he dicho muchas veces, adoro a estos chicos. Soy claramente del equipo de chicos malos atormentados. Personalmente, Ash me recuerda mucho a Kirtash, uno de los protagonistas masculinos de Memorias de Idhún. Al principio estaba encantada de una forma normal con el personaje, pero poco a poco se fue ganando mi corazón (es muy sexy cuando un guapo fairy te comenta como si nada que te va a matar mientras bailáis). Ash es frío, calculador y no se deja llevar por sus sentimientos, al menos en esta primera entrega. En el lado contrario encontramos a Puck, el bromista de verano. 

¡Toc, toc!-gritó-. ¿Quién es? ¡Puck! ¿Qué Puck? ¡El que te convertirá en gorrino y te meterá en el horno si no te apartas de nuestro camino!-

Puck es posiblemente el personaje que menos introducción necesita, ya que es tan conocido por leyendas y obras que todo el mundo sabe quién es él. El Robin Goodfellow de Julie Kagawa es como un adolescente en plena etapa de rebelión. Y como adolescente, también se deja llevar por sus sentimientos, unos que ha escondido mucho tiempo y que al parecer Meghan no percibe.  A mí me gusta comparar a Ash con un mar calmado, esa calma antes de la tempestad, y a Puck con la tormenta huracanada que remueve el mundo entero. Porque así es como se comporta el personaje, todo alboroto. Sin embargo y puede que me cueste decirlo, Puck se ha ganado mi corazón de una forma que Ash no ha podido. Para Meghan, su pelirrojo amigo es un puerto seguro, siempre ha estado ahí y sabe que puede confiar en él. Aunque alguna que otra vez esta confianza se tambalea, como suele ocurrir en todas las amistades. Esta, creo yo, es la diferencia entre la relación de Meghan con Ash y con Puck. Las peleas. Pero me estoy dispersando del tema. Otro personaje que merece una mención es Grimalkin, el cait sith que guía a los protagonistas en su aventura. De entre todos es quien más me ha gustado. Los comentarios que hace, la forma que cala a los personajes y después suelta cosas que los dejan helados, es simplemente genial. No podía esperar que apareciera de nuevo. En general los personajes están bastante logrados en la primera novela. 
Ahora bien, lo que hace que esta saga resalte de las demás es aquello que precisamente le da nombre. Las hadas de hierro. 
En toda leyenda las hadas representan la tradición, la magia, algo que queda muy lejos del actual mundo tecnológico. Pues bien, en esta historia hay hadas de hierro, las cuales son mortalmente peligrosas para el resto de Nuncajamás. Esta visión, en donde se unen tradición y vanguardia, es lo que más me ha gustado. Es nuevo y creativo. Y sobre todo es un giro perfecto para acabar el libro. 



jueves, 7 de junio de 2012

BOYS DON'T CRY (Malory Blackman)


SINOPSIS

A Dante, le espera un futuro brillante en la universidad y una carrera como periodista, pero el día que está previsto que estos lleguen, su antigua novia Melanie regresa inesperadamente… con una bebé. Él asume que ella está ayudando a alguna amiga. Le dice a Dante que la vigile mientras hace unas compras. Dante a regañadientes le responde que mantendrá un ojo sobre la bebita Emma para que Mel pueda conseguir lo que necesita y así cuando vuelva, preguntarle qué demonios está pasando, pero cuando las horas pasan y Mel no regresa, el futuro de Dante de repente parece menos brillante y más lleno de pañales…


RESEÑA

No sé que decir de este libro. La verdad es que me ha dejado sin palabras. La historia se centra en Dante un joven prodigio que con diecisiete años está a punto de ingresar en la Universidad. Solo necesita aprobar sus exámenes de acceso, y él está seguro de lograrlo, entonces estará más cerca de conseguir sus sueños. Estos consisten en llegar a ser un gran periodista (me siento identificada). Pero esto se vuelve un poco más complicado cuando Melanie, su ex-novia aparece de repente en la puerta de casa y lo deja solo con una bebe. Creo que está claro lo que pasa a partir de aquí. Pues si, Dante se ve obligado a hacerse cargo de la pequeña, quien según su ex, es su hija. 

Las situaciones que ocurren desde la primera vez que Emma entra en la casa hasta el final del libro llevan a la familia de Dante y a él mismo a reflexionar sobre sus vidas. 

Dante aprende y madura con increíble rapidez. El hecho de cambiar un pañal o consolar a la pequeña cuando le comienzan a salir los dientes le le parecen cosas tan lejanas que nunca creería que es capaz de hacerlas, pero lo hace. Poco a poco el lazo entre padre e hija crece. De repente el chico no reconoce su vida sin Emma, y no está seguro se poder sobrevivir si se la quitan. Entre papeles médicos, pañales y juguetes la madurez de Dante y sus sensatez son puestas a prueba. A mi me ha gustado mucho el enfoque desde el punto de vista del hombre, pues normalmente es una mujer quien narra como el padre de sus hijos los ha abandonado. Y es que como dice el mismo protagonista:

―Dime algo ―pregunte con amargura―. ¿Estaríamos teniendo esta conversación si yo fuera la madre de Emma en lugar de su padre?

Desgraciadamente la respuesta a esa pregunta es no. Es extraño y a la vez natural como pensamos que un hombre es menos capaz que una mujer para educar y criar a un hijo. Personalmente, considero que los hombres son igual de capaces, al menos en la sociedad actual, de criar a un niño que una mujer. Y en ocasiones incluso mejores. Creo que esta faceta se ve muy bien representada en este libro, donde es por una vez, la madre quien abandona a su bebe con su padre. 

Otra historia que también está muy bien contada es la homofobia. Adam, el hermano menor de Dante es gay, y a través de él vemos otra vertiente de la sociedad. Adam es dulce, cariñoso y extrovertido. Sueña con ser actor y no tiene ningún reparo en mostrar lo que es. Se enamora de su pequeña sobrina la primera vez que la ve (en un sentido fraternal y familiar). Y es uno de los pilares de su hermano, con quien discute, pero a quien quiere incondicionalmente. Dante, al principio, cree que Adam está pasando una etapa con lo de ser gay, algo que molesta bastante al pobre Adam.

-Y todo lo que estoy diciendo es que esto es solo una fase que estás pasando y lo superaras.
—¿Tu atravesaste esa fase?
—Bueno, no, pero en algún lugar leí que un montón de chicos lo hicieron. —Hmmm... ¿Una fase? Entonces, ¿cuándo planeas superar la tuya?
—¿Qué? —¿Esa fase heterosexual por la que estás pasando?

Pero al final, Dante madura y comprende a su hermano.



Adam me miró, con un extraño brillo en sus ojos.
―¿Qué? ―le pregunté.
―¿Así que ser gay no es sólo una fase?
―¿Qué? Por supuesto que no lo es. ¿En qué diablos estás. . . ? ―



Adam sabe llevar con humor lo que le rodea. Es, como he dicho, uno de los pilares de Dante y el primero que lo ayuda con su hija. Pero no todo es maravilloso en su vida. Diariamente sufre el desprecio de algunos chicos mayores, con los que al final tiene un desagradable encuentro que lo manda al hospital.

A partir de ahí, el chico se hunde en una depresión de la que por poco no sale vivo, otro tema que me parece importante y que pocas veces sale a relucir en nuestras conversaciones. Como sea, Adam sufre durante mucho tiempo en la soledad de su dormitorio, y como Dante, al final crece y madura. 

Ambos hermanos evolucionan y dejan atrás a los niños que eran en un principio. Creo que el libro es una clara forma de recordarnos que no todo es como creemos, que nada sale como esperamos, pero que a pesar de eso merece la pena. Que puede que una sorpresa desagradable nos guíe hacía la felicidad. Al menos eso interpreto yo.

Los chicos no lloran, pero los verdaderos hombres sí.